
Les dejo que intimen con sus hermanas las manos que viven libres … desnudas y siempre explorando. Los míos se juntan por la noche ya cansados, esperando un gourmet que recorra sus dedos , mejor con gruñidos que en silencio, alguien que los mime con sabios lametazos. Se les niega día a día el aire y el tacto, no pueden ser bellos si son infelices dentro de un zapato. Que conozcan otros piés es sano y a la mínima ocasión les regalo el placer de acariciar la piel de un amante, un hombre que se los lleve a su pecho , doble sus dedos con cuidado, se los lleve a la boca extasiado y pida lo que pida…ya lo tiene ganado.
Súcubo
1 comentario:
Nos parece fantástico; unos pies mimados después de un largo día de trabajo... cómo podrían saber a queso? ;)
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