
La presencia del año en la etiqueta es sinónimo de calidad e, inevitablemente, de un precio más elevado. Quiere decir que la cosecha en cuestión fue especialmente buena, tanto como para no necesitar mezclarla con otras. En este caso el elaborador buscará reflejar las características concretas de la añada por encima de un estilo homogéneo y, obviamente, el consumidor podrá encontrar diferencias manifiestas entre distintas cosechas de una misma marca. El champagne de añada se conoce como millésimée o vintage. Podría compararlo con una mujer madura, con estilo, con decisión … Más si cabe, inaccesible para cualquiera que no sepa apreciar la historia que hay detrás de unos rasgos marcados que dejaron hace tiempo de excusarse bajo la inocencia.
Una copa de champagne puede convertir un momento en inolvidable. En la élite del champagne están las mejores cuvées, los más selectos blancs de blancs o, simplemente, la propuesta más seleccionada que lanza cada casa y que suele coincidir con periodos de envejecimiento en cava especialmente largos, vinos longevos y precios más que altos. Sin embargo, pocas veces se olvida la ocasión en que se probó "uno de los grandes". Me sigo quedando corto, comparándola con una botella de champagne caro e inaccesible.
Y hablando de esto, una lectora anónima me confesó que su sueño erótico era ser devorada por un hombre, y echarse champagne en el cuerpo hasta saciarse ambos. Desde luego, en la cama es algo que da mucho juego, fresco, pero no frío, para que resulte más agradable sobre la piel. Teniendo unos tacones cerca ¿Qué se te ocurre?
Un fuerte abrazo.
Arcángel.
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