¿Para qué sirve este Blog?

Para muchos, el pie femenino se ha convertido en el protagonista de nuestras fantasias sexuales. Cada vez es mayor el número de páginas web dedicadas a este popular fetiche. Nuestro Blog no pretende más que ser un lugar de encuentro, como cualquier otro, de todas y todos los que encontramos una belleza especial en esta parte del cuerpo de la mujer.

El objetivo es compartir y disfrutar de las fotos y artículos que aquí se vayan exponiendo, admitiendo y agradeciendo la participación de todo aquél que crea tener algo que aportar a esta página. Poco a poco iremos completando contenidos, añadiendo secciones y, por supuesto, estaremos pendientes de la próxima entrega de fotos de nuestras modelos colaboradoras favoritas. ¿Por qué no te animas y eres una de ellas? No es necesario que nos envíes fotos donde se te reconozca; nos conformamos con conocer bien tus pies y tu talento artístico a la hora de fotografiarlos; con medias, tacones, desnudos... como más te gusten, seguro que cada foto tiene a su admirador particular. ¿Probamos?

miércoles, 30 de enero de 2008

La Coruña a sus pies


Yo tenía que hacer unas gestiones de trabajo allí. Una cosa rápida; ir y venir. Lo que nunca pensé es que ese viaje significara tanto para mí. Sólo hicieron falta unas pocas palabras, unas miradas, para que algo surgiera de repente. Así, sin saber cómo, ella apareció en la puerta de mi hotel.

Bajaba de un taxi. Lo primero que vi fue cómo apoyaba sus preciosos zapatos en la calzada. Sus tobillos, envueltos en unas medias de color carne, aún permanecen en mi recuerdo sin poder olvidarlos. Creo que jamás veré unos pies más excitantes. Cerró la puerta del taxi, se giró y sonrió. Como si todo estuviera minuciosamente ensayado, el caso es que pocos minutos después estábamos saboreando un exquisito Moët & Chandon en mi habitación. Apenas pudimos seguir hablando.

Yo no podía parar de mirar sus pies descalzos sobre mi cama y comencé a masajearlos. En ese momento, ella cerró los ojos de placer y me facilitó el masaje acomodándose en la cama. Desde ese momento, no volvimos a cruzar palabra hasta el día siguiente.

El champán iba desapareciendo al mismo ritmo que su ropa... poco a poco se iba desnudando para ampliar la zona de masaje. Mientras, cada vez que dejaba de acariciar uno de sus pies, aprovechaba para pasarlo por mi pecho, mi cuello y mi boca, y entonces yo besaba sus pequeños dedos, sus plantas, talones y preciosos tobillos. Pocas veces he tenido una erección similar.

No pudimos aguantar mucho más. Sus medias estaban empapadas porque mi lengua no paró de recorrer sus pies y, así, cubiertos por la suave y delicada seda mojada, los paseó por mis genitales hasta que le pedí que parase. Entonces, con su boca me colocó un preservativo y empezamos a hacer el amor. No sé cómo pude aguantar esa batalla, pero decidimos descansar cuando ambos estábamos chorreando de sudor. Nos invadió la pasión y nos contagiamos de erotismo... todo por un par de preciosos pies.

De madrugada, ella miraba por la ventana de la habitación. Estaba amaneciendo. Me levanté de la cama y me puse detrás de ella. Sólo el roce de nuestros cuerpos nos puso la carne de gallina. Ella dobló su pierna derecha, pasando su pie desnudo por detrás de mi muslo para que lo acariciase con mis manos... y así fue. Con una mano en su tobillo y la otra en su cintura empecé a penetrarla desde atrás, mientras ella seguía mirando por la ventana. Nos volvimos a correr... ella repetidas veces, no paraba de tener orgasmos, sin apartar su mirada de todo lo que pasaba por esa avenida coruñense. Una manera diferente de conocer La Coruña... y La Coruña a sus pies.

SeamedMan

martes, 29 de enero de 2008

Manolo Blahnik

Manolo Blahnik (Santa Cruz de La Palma, 1942) es un diseñador de zapatos español cuya línea de moda, de las más prestigiosas en calzado, lleva su nombre. Es de padre checo y de madre canaria, de la isla de La Palma.

Estudió arquitectura y literatura en Ginebra, pero dejó los estudios tras un año para mudarse a París con la intención de estudiar arte. En 1970 se instaló en Londres, donde consiguió trabajo como fotógrafo en el Sunday Times. Rápidamente se introdujo en el mundo de la moda, haciendo amistad con personajes como Eric Boman o Paloma Picasso. Ésta le presentaría en 1971 a Diana Vreeland, editora de Vogue USA, quien le encauzaría hacia su futuro como diseñador de zapatos. En 1973 abrió su primera tienda de calzado, Zapata, en Old Church Street Chelsea, Londres.

Madonna afirmó en una ocasión acerca de sus tacones como mejores que el sexo. También son los zapatos con los que está obsesionada Carrie Bradshaw (Sara Jessica Parker) en la serie de COSMOPOLITAN, SEXO EN NUEVA YORK

Hoy día, sus zapatos son vendidos a precios de entre $500 y $2500 dólares.

Un fuerte abrazo.

Arcángel.

Devorando desde los pies



Cuando te privan de alguno de los sentidos... los otros se intensifican... y como adoro mi sentido del gusto... yo me dejo vendar y disfrutar de mi amante con mucho cuidado y concentrándome en saborear cada centímetro...

Y por dónde empezar? Qué tal el dedo pulgar de su pie derecho?

Creo que me delata mi afición por las pequeñas perversiones y fetichismos... pero sin ellos, no sé qué sería de mi vida...

Hace cuanto no vendáis a vuestra pareja y le dejáis juguetear con el resto de sus sentidos en vosotros/as? .... Ya estáis tardando!


Eros
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Leyenda

Los pies tienen una leyenda muy poco conocida. En un principio Dios hizo el Edén repleto de árboles, Adán y Eva lo recorrían de rama en rama gracias a su fisiología simia .

Con el tiempo Adán se puso muy gordo y ya no podía subir a los árboles así que Eva se encargaba de recolectar los frutos. Adán empezó a perder la educación llamándola ramera (con el tiempo este calificativo tuvo un significado más amplio) y tan pronto Eva volvía con la comida él se comía la mayor parte, se la follaba y luego se quedaba dormido sin darle siquiera las gracias.

Un día harta de tener que ir a la compra sola, volver cargada como una mula y en fin hacer de esclava, empezó a recoger los frutos que ya maduros iban cayendo al suelo… Aunque había sido advertida sobre el árbol maldito, sus frutos también se amontonaban entre las hierbas mezclándose con los corrientes. Eva estaba cansada y recogió tanto buenos como prohibidos. Al llegar al lado de Adán, éste se zampó los mejores y dejó a Eva los restos como siempre.

Lo que ellos no sabían era que el fruto de aquel árbol devolvía la fertilidad a los seres vivos… en unos meses la tripa de Eva empezó a crecer y se puso tan gorda como la de Adán. Ahora, recoger comida se hizo penoso para los dos.

Dios , que estaba ocupado en otros mundos volvió a echar un vistazo a la Tierra y contempló el desastre. Al preguntar a la pareja, estos se enzarzaron en lo que fue la primera discusión macho-hembra. Como juez supremo, y sin darles opción a un abogado, los echó del Paraíso al desforestado desierto condenándoles a errar sin rumbo. Para ello, transformó sus extremidades inferiores en útiles pies, más aptos para el destierro.

Con el tiempo los hombres descuidaron la apariencia e higiene de los pies ya que les recordaba la pérdida del cómodo Edén, sin embargo las mujeres los cuidaron y acicalaron siempre con mimo, pues la pérdida del Paraíso fue “el primer paso” para salir de su primera y no última experiencia como esclavas.

Súcubo

lunes, 28 de enero de 2008

¿Te puedes estar quieta un momento?

No lo podía creer, hasta que lo ví. Sabía de fetichismo, de extravangancias, de cosas curiosas en la cama, pensé por un momento que eran alucinaciones mías o quizás "el mono" por intentar dejar de fumar que me hacía ver cosas que no eran reales, pero... No era cosa ni del vino, ni del licor, ni del marisco de la cena, ya que el susodicho, estaba en perfecto estado.

Después caí en que no sabía en realidad quien era ella, ni a que se dedicaba, ni como se llamaba, ni nada de nada. Lo único que si sabía, viendo lo que estaba viendo en aquel preciso momento, cuando le pedí fuego ... Después de terminar un 69, ¡apetece un cigarro! La cuestión es que pensaba que al menos ella esperaría a ponerse cara con cara para acercarme el mechero, pero no hizo falta.

AMANTE SORPRENDIDO:"¡Oye reina! ¿Se puede saber que estás haciendo? ¿Te crees que esto es normal? ¿Quién eres? ¿Te puedes estar quieta un momento?"

ELLA: "Me llamo Masha y soy la contorsionista del circo ruso"

AMANTE SORPRENDIDO:"¡Ahora lo entiendo!".
















Un abrazo.

Arcángel.

sábado, 26 de enero de 2008

Los pies no saben a queso


Los pies no saben a queso, esos son los pinreles expatriados más allá del tobillo por almas sin sensibilidad, condenados a zapatillas antihigiénicas y a nunca ser besados.

Les dejo que intimen con sus hermanas las manos que viven libres … desnudas y siempre explorando. Los míos se juntan por la noche ya cansados, esperando un gourmet que recorra sus dedos , mejor con gruñidos que en silencio, alguien que los mime con sabios lametazos. Se les niega día a día el aire y el tacto, no pueden ser bellos si son infelices dentro de un zapato. Que conozcan otros piés es sano y a la mínima ocasión les regalo el placer de acariciar la piel de un amante, un hombre que se los lleve a su pecho , doble sus dedos con cuidado, se los lleve a la boca extasiado y pida lo que pida…ya lo tiene ganado.

Súcubo

El Erotismo despertó en mí la pasión sexual

Para mí, el erotismo lo tiene todo: pasión, amor, sensualidad… es un enriquecimiento en el acto sexual, con todo lo que conlleva añadiendo, además, una pincelada artística. Al intercambio de miradas frías, seductoras, tímidas y apasionadas, una forma de vestir, de caminar, hay que añadir, por supuesto la elegancia y seducción de unos bonitos pies. En los pies se fijan muchas personas a primera vista; llaman mucho más la atención de lo que la gente imagina.

El erotismo se ha convertido en algo fundamental en mi vida y me puedo definir como una practicante empedernida.

Mis tobillos son una parte especialmente sensible de mi cuerpo. Me gusta que los acaricien unos labios o, por qué no, unos pequeños mordisquitos. Me excita. Aunque algunas mujeres no me comprendan, me apasiona masajear los genitales de mi pareja con mis pies, tocar con la punta de mis dedos su entrepierna por debajo de la mesa, en la cama o en un jacuzzi…

Mi pareja es un gran amante, un loco del erotismo. Alguien a quien le gusta regalar y recibir placer. Los dos compartimos la pasión por lo erótico y la compenetración es total. Nos gusta que nuestras fantasías se hagan realidad y lo conseguimos en la mayoría de las ocasiones. Los juegos son interminables, pasando desde el romanticismo hasta el más duro de los pornos.

Por todo esto, me parece una pena que muchas personas se lo pierdan y reduzcan el sexo al único objetivo de buscar un orgasmo y punto. Todo lo que se puede hacer con un par de pies y mucho cariño... el límite lo pone, por supuesto, vuestra imaginación. Y, si además vuestra pareja es amante de la lencería, no dejéis de probar recorrer su cuerpo con vuestros pies envueltos en unas suaves medias de seda.

Pronto os confesaré una de mis fantasías favoritas y estoy segura de que, aunque no lo reconozcáis en público, más de una vez lo habréis deseado en vuestros sueños.

Un beso

Shaira

viernes, 25 de enero de 2008

El Voyeur

Una mañana de domingo cualquiera, demasiado pronto para levantarse aún … Estás con los ojos abiertos y mirando al techo, medio desarropado con ganas de nada. Saliste el sábado noche de marcha, estás hecho polvo, pero ya no te vuelves a dormir. Estás dando vueltas sobre la cama mientras, ves como la luz entra por las rendijas de la persiana. No deben ser ni las 11:00 de la mañana aún y solo se escucha el murmullo del patio y los hijos pequeños de los vecinos de arriba que no dejan de dar la lata, ellos ya llevan un buen rato despiertos negándoles el merecido descanso a sus padres.

Después de media hora dando vueltas, por fin decides levantarte a hacerte el primer café del día, pones los pies en el suelo, te pones la primera camisa que ves y te enciendes el primer cigarro. Como la habitación es pequeña y enseguida coge el olor del tabaco, levantas la persiana y abres un poco la ventana para que salga el humo. Te apoyas en el marco y levantas la vista, parece que hace una mañana de domingo perfecta, hace un sol estupendo, nada de frío y no corre el aire. Piensas que “con el día tan bueno que hace, mejor me bajo al bar, me compro el periódico y me voy a dar una vuelta por el retiro a leerlo en el césped”.

Vas a matar el cigarro de la última calada, para meterte otra vez a cambiarte de ropa y te da por mirar abajo. Ves que la ventana de la cocina de las vecinas de abajo, dos mujeres bastante guapas de “sonrisa, hola y buenos días”, está abierta y escuchas el ladrido del perro … “¡¡¡Rocco …cállate ya, que ya te saco!!!”. El perro, que siempre cuando bajo por la escaleras y oye a alguien, se pone a ladrar como si lo estuvieran matando. Ves al perro desde arriba y a una la chicas azuzándolo para que se calle. Miras mejor porque la ves un poco en penumbra y hay algo que no te encaja … ¡resulta que la chica está desnuda! ¡La Virgen! No se debe haber dado cuenta de que se ha dejado la ventana de la cocina totalmente abierta y como hace bueno… pues ya se sabe … cada uno en su casa y dios en la de todos.

Te quedas congelado por un momento y no mueves ni un pelo, porque encima no se quita de tu ángulo y nerviosamente te enciendes otro cigarro en sigilo. De ahí no se mueve ni el dueño, escuchas que mientras juega con el perro, le está hablando la otra compañera, mientras te escondes un poco para que no te vea. Sigues fumando y te quedas embobado, hay que ver lo que guardan algunas bajo la ropa, lo ves y no te lo crees, pero … efectivamente, créetelo porque está ahí. Termina de hablar con la otra compañera y se incorpora para coger el collar del perro que casualmente está colgado en el mango de la ventana, mira hacia arriba y en ese momento te escondes. ¡Casi te pilla macho! Vuelve a mirar otra vez y ya ha entornado algo la ventana … Has tenido suerte. Cuando te vuelvas a cruzar con ella por la calle o la escalera, te vas acordar de esto. Hay que ver menuda forma de empezar un domingo por levantarse un poco más temprano que de costumbre …

El VOYEUR: La palabra deriva del verbo voir (ver) con el sufijo -eur del idioma francés. Una traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso. El voyeurismo se da, en mayor medida, en hombres, mayoritariamente heterosexuales, ya que es el hombre el que depende más del sentido de la vista para alcanzar la excitación sexual. Las prácticas voyeuristas pueden variar, pero su característica principal es la de que el VOYEUR, también llamado “mirón” o “brechero”, no interactúa directamente con el sujeto observado, quien permanece casi siempre ajeno a dicha observación. Suele observar la situación desde lejos, bien mirando por una cerradura, por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara, etc. La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser descubiertos actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.

El voyeurismo se da, en mayor medida, en hombres, mayoritariamente heterosexuales, ya que es el hombre el que depende más del sentido de la vista para alcanzar la excitación sexual. En lo que respecta a los rasgos de personalidad del voyeurista, estos sujetos suelen ser tímidos durante la adolescencia y con cierta dificultad a iniciar o mantener relaciones de pareja. No son sujetos especialmente propensos a poseer rasgos especialmente patológicos.

Puedes encontrar más información y detalles sobre este tema y muchos otros en referencia al sexo en INFORMACIÓN SEXUAL explicada de forma sencilla y simple.


Un fuerte abrazo.


Arcángel.

jueves, 24 de enero de 2008

Súcubo; nueva colaboradora

La verdad es que me ha llamado la atención este blog y sobre la marcha hice estas fotos.

Creo que el pie es una parte del cuerpo muy erótica y a la vez olvidada. Los míos están siendo muy agradecidos , echo de menos chupármelos como cuando era bebé pero allí abajo parecen felices.

Además, ahora ya me he acostumbrado a que me los chupen otros con el consiguiente descanso para la columna.

Súcubo

martes, 22 de enero de 2008

Fantasías Sexuales

¿Qué son las fantasías sexuales? Datos procedentes de investigaciones realizadas en el área de la sexología, indican que hasta un 20% de las mujeres y un 55% de los hombres tienen, al menos, una fantasía sexual al día. Las fantasías sexuales tienen su origen en la imaginación y todos podemos crearlas.

Podríamos compartir las fantasías sexuales con nuestra pareja, lo que podría aumentar la comunicación, pero en general, las fantasías se consideran íntimas y personales.

Las fantasías sexuales son pensamientos e imágenes con contenidos sexuales, a veces involuntarias y otras voluntarias, y que provocan una amplia gama de deseos y emociones, desde placenteras y excitantes a incómodas y desconcertantes.En general, se considera que las fantasías sexuales son un hecho normal dentro de la vida de una persona, forman parte de nuestra sexualidad, y no tienen por qué guardar relación necesariamente con la satisfacción o no de las relaciones sexuales. Su desarrollo no significa que la persona quiera que sucedan en la vida real, pero bien es cierto que en ellas no hay límite y todo está permitido: la única censura es la que nosotros mismos nos imponemos.Las fantasías sexuales suelen iniciarse en la pubertad, sobre los 11-12 años, apareciendo antes en los varones. A esta edad, las fantasías sirven como “ensayo” de acciones sexuales que no se han producido aún, con personas de ficción o con alguien conocido. En la edad adulta pueden utilizarse para inducir o aumentar la excitación sexual, tanto en solitario como con la pareja, pudiendo llegar a tener una relación más apasionada.

¿Cómo son las fantasías sexuales? Las personas tienen diferentes habilidades para desarrollar la imaginación y en general, las fantasías pueden ayudar a aumentar la gratificación sexual. Al ser privadas y ficticias, aseguran que no seremos descubiertos por lo que podemos variar su desarrollo, jugando con ellas a nuestra voluntad.Las fantasías, entonces, pueden variar en su contenido y su duración. En los hombres es más frecuente que sean más impersonales, más visuales y más activas. En las mujeres tienden a ser más pasivas y más románticas. De todas formas existen numerosas similitudes entre las fantasías de hombres y mujeres.Se considera que el contenido de las fantasías puede estar influido por la aceptación de la persona, por su sexualidad y por el grado de culpabilidad que se produzca por tener esas fantasías. Hoy en día el factor sociocultural es todavía un importante condicionante para la mujer.

Tipos de fantasías sexuales más comunes:

EXPLORACIÓN: En las que el individuo se imagina desde una orgía a una relación sexual con una persona de su mismo sexo; otras fantasías son más íntimas, incluyendo desde besos apasionados a hacer el amor en diferentes lugares.

IMPERSONALES: En las que se mantienen relaciones sexuales con un extraño, se observan otras personas que mantienen relaciones o imaginamos que vemos material pornográfico. Hay que comentar que en ocasiones, las fantasías pueden crear sentimientos negativos de culpa y llegar a inhibir el deseo sexual. La mayoría de las fantasías son de tipo íntimo, en las que se mantienen relaciones con una persona conocida o con una persona imaginaria, en diferentes lugares y en diferentes posturas.

Normalmente, cada uno de nosotros tiene una o varias fantasías a las que recurre con más frecuencia porque provocan mayor placer, siendo por ejemplo, recuerdos agradables que incluyen desde un beso o una mirada a imágenes de revistas, libros o películas o experiencias no vividas pero que nos gustaría experimentar, de tipo amoroso y romántico pero también de dominio y sumisión, incluso experiencias no aprobadas socialmente.

¿Hay que compartir las fantasías sexuales? Es posible que nuestras fantasías no estén en concordancia con nuestra escala de valores o con el del medio en el que vivimos. Al estar relacionadas con la esfera de la sexualidad, se han originado numerosos mitos y tabúes alrededor de las fantasías sexuales, e incluso algunas religiones las llegan a considerar una grave falta o pecado. Por ello, en ocasiones se producen conflictos personales entre lo que pensamos y lo que sentimos, reprimiendo estas fantasías. Para evitar los conflictos, hay que intentar desligar la imaginación del mundo real, aceptando las fantasías que se produzcan sin juzgarlas, teniendo bien claro qué es lo real y lo irreal. Si pensamos que las fantasías no tenemos que realizarlas en la realidad, disfrutaremos mucho más de ellas.

De esta forma, podríamos compartir las fantasías sexuales con nuestra pareja, lo que podría aumentar la comunicación, pero en general, las fantasías se consideran íntimas y personales, muy privadas, no compartiéndolas por sentimiento de vergüenza, o porque pensamos que podemos descubrir aspectos “negativos” de nuestra personalidad o porque si hacemos partícipe de ellas a nuestra pareja, podemos provocar un sentimiento de rechazo, de desconfianza e incluso de celos.Debemos considerar las consecuencias, positivas o negativas, que puede tener para nuestras relaciones el hecho de dar a conocer nuestras fantasías, aunque sea a nuestra pareja.

CONCLUSIONES: Las fantasías sexuales pueden considerarse beneficiosas, son excursiones en la mente que ayudan a la excitación y al placer, sirven para expresar nuestros deseos sexuales e incluso nos ayudan a evadirnos de la vida real y monótona. Con ellas iniciamos o aumentamos la excitación sexual, tanto durante las relaciones con nuestra pareja como con nosotros mismos.

Liberamos estrés y tensiones y hasta anticipamos situaciones que nos ayudan a vencer ciertos miedos y tabúes, mejorando la autoestima. Incluso a individuos que tienen problemas en sus relaciones sexuales, como un trastorno del deseo sexual inhibido en el que disminuye e incluso se produce una ausencia de fantasías y de deseo sexual, se les aconseja que utilicen y fomenten su imaginación construyendo fantasías de manera positiva. Pero si las fantasías sexuales son tan frecuentes que llegan a interferir con la vida normal, y queremos reproducirlas en la vida real, en general es aconsejable consultar con un psiquiatra o con un sexólogo.



Sergio García Vicente, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

Masajes en los pies



El masaje del pie es un excelente remedio natural empleado desde hace siglos en China y que aporta una singular energía.

Los pies constituyen el elemento principal de la reflexología dada su facilidad de acceso a los diferentes puntos de tratamiento.

Cada punto preciso del arco plantar corresponde a un punto del cuerpo, así que bastaría dar masaje a aquél para curar o aliviar un punto determinado.

Si se desea conseguir el máximo beneficio sería bueno acudir a una sesión podálica al mes para que el tratamiento lo aplique otra persona, ya que así la energía circulará libremente por todo el cuerpo. En el tratamiento sería ideal incluir un bálsamo relajante.


Geografía plantar:

En los pies hay varias zonas reflejas, por ejemplo: el dedo meñique es la nariz, el corazón y el índice corresponden al ojo y al hígado, la mitad del arco plantar a los riñones, el lado izquierdo del pie izquierdo al corazón, justo bajo el meñique, y el talón al sexo. Si no se tiene experiencia es difícil acertar en el punto exacto.


Masaje relajante 1:

✓ Coger el pie con la mano derecha. Intentar torcer el tobillo con la mano, primero hacia el interior y luego hacia el exterior.

✓ Coger los dedos y tirar de ellos hacia adelante, después hacer con ellos círculos, hacia un lado y hacia el otro.

✓ Insertar los dedos de las manos entre los de los pies. Entrelazadlos y luego tirar hacia adelante con la mano.

✓ Golpear con el puño toda la planta del pie.

✓ Arrastrar el puño cerrado por toda la planta del pie hacia adelante y hacia atrás.

✓ Apoyar los dos pulgares sobre todo el arco plantar y hacer presiones profundas a la vez que van deslizándose.


Masaje relajante 2:

✓ Después de tener sumergidos los pies en agua caliente unos diez minutos, secarlos e ir deslizando las manos por el pie desde los dedos hasta los tobillos.

✓ Levantar el pie con una mano y con la otra moverlo de manera rotativa. Hacerlo varias veces de forma alternativa con los dos pies.

✓ Coger, con los dedos pulgar e índice, cada dedo de los pies desde su nacimiento y, con movimientos rotativos de derecha a izquierda, llegar al final del mismo.

✓ Tirar con suavidad de cada dedo de los pies.

✓ Presionar, con el pulgar de la mano, diferentes puntos de las plantas de los pies.

✓ Levantar una pierna, y con la otra intentar apretar el pie contrario hacia abajo y luego hacia arriba.

✓ Presionar con los dedos haciendo movimientos circulares toda la parte de los tobillos.


Masaje plantar:

Sentadas, cruzar la pierna derecha sobre la izquierda de forma que se pueda alcanzar el pie con las manos.

Colocar los pulgares de la mano sobre el pie a la altura de la terminación del dedo mayor, con las yemas de los demás dedos de la mano colocadas en la planta del pie, ir golpeando con suavidad la planta.

Con la mano abierta dar palmadas en toda la planta del pie.

Frotar la palma de la mano con firmeza en la planta del pie.

Con los pulgares de la mano colocados sobre el pie a la altura de la terminación de los dedos, y con las yemas de los demás dedos de la mano colocadas en la planta del pie, ir apretando suavemente el nacimiento de cada dedo.

domingo, 20 de enero de 2008

Piecitos

Siguiento con una zona tan especial como son los pies... es indudable que el juego de los piecitos muchas veces supera las manitas.

Este punto se multiplica en el momento que se hace bajo una mesa... y si es con mas comensales ajenos al juego, el juego se convierte en una travesura que puede elevar la temperatura hasta el punto de necesitar doble racion de hielo.

Animo a que lo probeis en una cena con familia y amigos y en el momento en que vuestro amante este hablando, desliceis un pie descalzo bajo el mantel hasta alcanzar su tobillo, rodilla, muslo... o si sois osados... un poco mas arriba. Os aseguro que no hay nadie en este mundo que sea capaz de seguir el discurso sin un ligero temblor de voz.

En ese momento puede que quiera mataros, pero sin duda le teneis comiendo de vuestra mano durante semanas.

Por Erotismo
Ver artículo original

viernes, 18 de enero de 2008

Sus tacones anuncian su llegada

Desde el primer día en que la ví, hay dos prendas muy suyas que jamás han dejado de pasear por mis emociones, memoria y recuerdo: la primera es su perfume CAROLINA HERRERA y la segunda sus inseparables TACONES. De todas las veladas que hemos pasado juntos, os puedo asegurar que en cinco años, solo la he visto llegar dos veces sin tacones.... ¡Insisto! dos veces en cinco años y porque la pillé desprevenida. A menudo bromeo con ella que sin tacones, no sería ella ... Es tan sumamente femenina, desde el talón hasta el último de sus rubios cabellos, que en lo único que puedo pensar cuando estoy con ella es, en DESEAR CADA RINCÓN DE SU PIEL como si mi vida dependiera de ello.

Si hay algo que nos place a los dos, a mi el primero, es poder ofrecerle, después de una velada romántica, UN MASAJE EN LOS PIES. Hay pocas cosas más sensuales y más íntimas que puedan gustarme tanto como esto. Ofrecerle el descanso merecido, el relax, la intimidad y el incio de la SEDUCCIÓN que tan sumamente loco me vuelven... Y si, lo mejor es que es POR ELLA, no cambiaría en ningún momento ese tiempo de intimidad en el que acaricio y beso uno de los emblemas de su feminidad, mientras le pregunto: "¿Te gusta?", "¿Te duele aquí?"...

Me encanta poder ofrecerle ese alivio, ese descanso, ese placer que nos supone a ambos ese MOMENTO DE INTIMIDAD, en el que lo único que nos acompaña es la tenue luz de una vela o una lámpara "pastel", acompañada por el olor de esencia de lavanda, aceite de almendras y mis caricias. A mi reina le duelen los pies ... Lo menos que puedo hacer, es aliviarla y hacerla llegar al ÉXTASIS a través del tacto, quitarle el dolor poco a poco con mis caricias y convertir una curación en PLACER, de la forma más sencilla: con AMOR.

AMOR, que poco a poco se transforma en un DESEO irrefrenable de unirme a ella, de abrazarla e invadirla como si de un solo cuerpo se tratara hasta que no me quede aliento en el cuerpo. Al final de todo, nos miramos y sonreímos: "¿Ya no te duelen los pies?".



Un fuerte abrazo.


Arcángel.

No es pecado ser fetichista

Hola, mi nombre es Shaira.
Después de haber recibido la invitación para visitar este Blog, no puedo más que mostrar mi asombro por lo bien tratado que está el tema; con elegancia, estilo y con la claridad con la que, creo, hay que tratar y hablar sobre ello, pues son los fetiches los culpables de tantos y tantos enlaces y desenlaces en nuestras vidas cotidianas, que bien merecen el respeto de todos.

En mi caso, no veo por qué una mujer tenga que escandalizarse por este tipo de preferencias. Nosotras tenemos también las nuestras y, a veces, tenemos la suerte de que coinciden con las de nuestro amante y eso es fabuloso porque cada encuentro es una fiesta.

No. No es un pecado ser fetichista. Para mí, es maravilloso, porque la imaginación no para nunca de estar presente en la relación. A mí me encanta que mi pareja me fotografíe; es algo que disfrutamos los dos. Los juegos fetichistas que practicamos no son nada extravagantes; lencería, medias, ligueros, masajes con mis pies por todo su cuerpo... nos gusta mucho a los dos.

En definitiva, creo que gracias a las fantasías de todos vosotros, vuestras parejas podemos siempre esperar "algo nuevo" que nos guste más que lo del día anterior. No cambieis!!

Estoy preparando alguna fotito mía para contribuir al Blog. Mientras tanto, pido por favor a los administradores, pongan alguna de sus maravillosas fotos en mi artículo. Muchas gracias.

Un beso,

Shaira

jueves, 17 de enero de 2008

A las parejas de los "Feet-Lovers"

Creo que una de las peores cosas que le pueden ocurrir a un “amante de los pies” es que, a su pareja, ese fetiche le parezca la mayor tontería del mundo y no se lo tome en serio. Y os lo digo porque lo he vivido en mis propias carnes.

Jamás he entendido el sexo egoísta. Cada vez que he tenido relaciones sexuales, mi primer objetivo siempre ha sido el goce de mi pareja y, después, el mío propio. He intentado aprender cada movimiento, cada caricia, saber interpretar cada gesto de su cara, para saber cómo actuar en la siguiente ocasión y proporcionar más placer que en la vez anterior. Y así, creo, debería de ser. Todo es perfecto, porque tú haces lo que les gusta y ellas, lógicamente, lo disfrutan.

No intento decir que aquí los únicos que ponen de su parte son los hombres, nada de eso (sería un cretino mentiroso). Pero sí parece que la mayoría de las mujeres piensa que, el mero hecho de estar “disponibles” para nosotros es gesto suficiente para que nos consideremos los amantes más afortunados de la Tierra. ¿No habéis escuchado nunca eso de “¿es que sin medias no te gusto?”, o “¿es que si no te hago esto no te excito?”? Seguro que más de uno lo ha escuchado varias veces. A mí me ha pasado.

Cuando a uno le gusta el sexo, quiere disfrutarlo de varias maneras. Está claro que si tu pareja se mete en la cama contigo y te “enciende” un poquito, no te vas a negar a mantener relaciones, en la mayoría de las ocasiones. Pero a estas mujeres de las que hablo (que insisto, no son todas, afortunadamente) se les arruga la cara cuando, de repente, les insinúas algo “erótico y diferente” como un liguero, unos tacones en la cama o un masaje en tus genitales con sus pies. Además, te pueden llegar a mirar como si estuvieras enfermo, y entonces a ti también se te arruga...

No se dan cuenta de que una cosa es querer a tu pareja y, por supuesto, desear hacer el amor con ella, y otra muy diferente es un EXTRA de placer en la relación. Vamos a ver, para que entendáis lo que quiero decir; a mí me encanta el queso, es una de mis pasiones. También me gusta comer pizza. Si pido una pizza de jamón, me encanta, pero si trae EXTRA de queso, ME VUELVE LOCO. Si ahora me decís ¿es que si no lleva extra de queso, no te gusta la pizza? PUES NO, NO ES ASÍ. Me encanta, pero con extra de queso me gusta mucho más. Pues aquí pasa lo mismo; el sexo me gusta mucho, pero con un toque erótico me gusta mucho más y si me complacen con alguno de mis fetiches, entonces, esa mujer me tiene completamente enganchado para toda la vida.

Ahora yo me pregunto, y volviendo a la idea de mi primer comentario; si yo intento agradar cada vez más en mis momentos de cama… ¿por qué una mujer que sabe los gustos de su amante no hace lo mismo, aunque eso implique un pequeño sacrificio?

Y es que, es posible, que ponerse unas medias para meterse en la cama, o ponerse un liguero, o dejar que le besen a una los pies… todo esto sea un sacrificio pero, me pregunto, ¿tanto como para que no merezca la pena sabiendo que tendrás a tu pareja siempre “embobada” y, nunca mejor dicho, A TUS PIES?

Tal vez, ésta sea una pregunta que deberíamos lanzar a las féminas que nos leen para que sean ellas las que nos respondan. Desde aquí las animo a que lo hagan y nos saquen de dudas.

Lo que sí tengo claro es que, cuando a una persona le gusta el sexo, puede estar un tiempo sin ver cumplidos sus fetiches o fantasías, pero estoy seguro de que es el principio del fin, pues siempre estarán rondándole en la cabeza y no verá sus relaciones plenas sin ellas. Esto es una realidad, por mucho que algunos quieran negarlo.

Afortunadamente (para mí), mi actual pareja es tan “loca” como yo. Compartimos nuestra afición al sexo y le parece bien probar todas esas cosas que me producen placer o me hacen soñar y mis fetiches (igualmente a la inversa), no sólo los incorpora en nuestros juegos de cama sino que, además, disfruta mucho de ellos.

Dichosa seas, Afrodita.

Saludos,
SeamedMan

martes, 15 de enero de 2008

Un trabajito con los pies

Reconozco que ésta es una de mis grandes debilidades, mi talón de Aquiles! No pensé que los pies pudieran tener una fuerza tan erótica, sensual y fetichista... hasta que unos deliciosos, largos y suaves pies recorrieron mi cuerpo. A partir de ese momento, supe de su delicadeza y de la explosión erótica que ebulle en mi interior cuando entran en acción.

Partamos de un buen masaje de pies, siempre relajante y reparador, pasando por unas caricias de los mismos sobre una piel, buscando cada rincón y cada punto erógeno (cuello, labios, pezones, glúteo, otros pies...). No sólo buscando sus caricias, sino acariciándolos a ellos. Unos besitos y lametones en el pulgar harán que un cosquilleo enorme recorra la espina dorsal de vuestro/a Dios/a.

Y claro, si hemos llegado a estas caricias y mimos de forma satisfactoria... por qué no pasar a mayores? No podéis ni imaginar la capacidad que pueden llegar a tener con buena práctica y sensibilidad. Una gran alternativa a los juegos manuales... será juegos podales? (suena feo). Y estoy hablando en todas las direcciones... tanto aplicado a ellos como ellas! ¿Necesito ser más explícito?

Podría seguir hablando de esto durante horas, es de mis temas favoritos.

Para mi fue una gran sorpresa cuando se deslizaron dentro de mi pantalón por primera vez. No dejéis de probarlo con vuestras parejas si no lo habéis hecho antes. Puede abrir un nuevo horizonte a vuestra erótica.

Besos/abrazos

Nora; una madurita que sabe dónde pisa.

Nora nos escribe desde Argentina. Tiene 34 años, casada y con dos hijos. "No suelo llevar medias, aunque reconozco que siempre quedan bien", nos dice.



Como habréis podido comprobar, los pies de Nora son los mismos pies de nuestro anuncio "Mándanos tus fotos", pues se ofreció para enviar la primera serie de imágenes para el Blog. Desde aquí nuestro agradecimiento.

"Nadie se ha fijado jamás en mis pies. De hecho, a mí no me gustan, pero vistos aquí... es otra cosa; ¡parecen preciosos!"

Esta mujer de Buenos Aires nos confiesa no usar tacones por su estatura. "Tengo los pies muy pequeños en relación a mi altura. Los tacones me destrozan".

lunes, 14 de enero de 2008

Breve historia de los tacones

De 1533 datan los primeros tacones que aparecieron en la historia. Las señoras de la época los usaban como sinónimo de lujo y se diseñaron con el simple objetivo de imprimirle elegancia a la moda de entonces.

Durante el siglo siguiente, la mujer europea se tambaleaba sobre tacones de 13 cm, e incluso mas altos, ayudándose de bastones para mantener el equilibrio.

A mediados del siglo XIX, después del fervor por las zapatillas planas y sencillas, el tacón se convirtió de nuevo en el estilo de boga. En esa época, las mujeres se sentían con más poder arriba de unos zapatos imponentes.

Más adelante, los genios de la moda del calzado se valieron de todo tipo de elementos y texturas para generar diferentes estilos y llevar sus creaciones a diferentes gustos.

En el siglo XVIII, las creaciones similares se denominaban zapatos "pasen y vean" y las mujeres continuaron fieles a su uso.

En la actualidad, la variedad de zapatos para mujer que se encuentra en el mercado es mucho más amplia pero sin duda los zapatos de tacón son los preferidos para los momentos especiales que requieran un poco más de distinción.

Fuente:
Terra /
Mónica Godoy L.

¿Para qué sirve este Blog?

Para muchos, el pie femenino se ha convertido en el protagonista de nuestras fantasias sexuales. Cada vez es mayor el número de páginas web dedicadas a este popular fetiche. Nuestro Blog no pretende más que ser un lugar de encuentro, como cualquier otro, de todas y todos los que encontramos una belleza especial en esta parte del cuerpo de la mujer.

El objetivo es compartir y disfrutar de las fotos y artículos que aquí se vayan exponiendo, admitiendo y agradeciendo la participación de todo aquél que crea tiene algo que aportar a esta página. Poco a poco iremos completando contenidos, añadiendo secciones y, por supuesto, estaremos pendientes de la próxima entrega de fotos de nuestras modelos colaboradoras favoritas. ¿Por qué no te animas y eres una de ellas? No es necesario que nos envíes fotos donde se te reconozca; nos conformamos con conocer bien tus pies y tu talento artístico a la hora de fotografiarlos; con medias, tacones, desnudos... como más te gusten, seguro que cada foto tiene a su admirador particular. ¿Probamos?

No te lo pierdas...